jueves, 1 de septiembre de 2011

¡Mamá no veo!

Les voy a contar mi experiencia con respecto a la presentación oral que teníamos que hacer.
Me costo un poco encontrar en tema, así que decidí contar una experiencia vivida hace muchos años, una experiencia fea, pero con algo positivo. Me parece que algunos compañeros se podrían sentir identificados, en otra escala, tal vez, o capaz les servio para concientizar sobre como hay que afrontar algunas situaciones complicadas de nuestra vida.
Mi anécdota hace referencia a un echo vivido hace muchos años en el cual debido a una "frustración", por así decirlo, repercutió muchísimo en mi salud, a tal punto de perder casi por completo la vista. Lo positivo es que esto me sirvió para darme cuenta que tengo que tomarme las cosas con mayor tranquilidad, todo tiene solución.
La verdad que no estaba nervioso, hasta que vi. que algunos compañeros terminaban sus presentaciones en dos o tres minutos. Eso me hizo dudar de si iba a lograr contar mi "extensa" anécdota en tan solo cinco minutos. Llego mi momento y sabia que al estar algo nervioso no iba a salir como yo quería. Efectivamente, me trabe, me olvide algunas cosas, y me salteé partes. Inclusive cuando Alberto me hizo señas para que vaya redondeando, me faltaba bastante, así que tuve que sintetizar mucho. Aun así creo que se entendió cual era el fin de mi anécdota.
Creo que lo que tendría que haber hecho, es diagramar mejor mi presentación de acuerdo a los minutos que tenia para hablar.

2 comentarios:

  1. Que miedo lo que te pasó! Pensar que gente no vidente seguro les paso algo parecido. Tuviste la suerte que no te pasó nada.
    Muy buena la presentación. Se te noto tranquilo. Incluso con la interrupción del aire acondicionado que a cualquiera lo hubiera desorientado.

    ResponderEliminar